9 Abril de 2009
Altitud:1561 m
Desnivel:
Tiempo: 2 h 30´ + 3 h = 5h 30´
Distancia total:
Dificultad: Facil
Excursionistas: Sara y Diego
Estas es una excursión que se puede hacer de manera circular o bajando por e
l mismo sitio por donde subimos. En este caso lo que hicimos fue subir por la senda de las Ermitas y regresar por la pista que normalmente permanece cerrada al tráfico. La subida son
El camino empieza en
coche en una pista que se encuentra a la salida del pueblo (ya está indicado con carteles). En esta pista veremos una primera Ermita que nos da la bienvenida y la cual deberemos de dejar a nuestra derecha, es decir, coger el camino de abajo. Seguiremos siempre las señales de PR amarillas y blancas y las indicaciones pertinentes. Lo cierto es que todo el camino está bastante bien señalizado.
La senda empieza suave, y enseguida nos acerca hasta la segunda ermita del camino, ahí la senda ya
empieza a subir más bruscamente, pero es a partir de la tercera ermita cuando la senda empieza a coger altura y nos acerca hasta los eremitorios (ermitas que aprovechan las oquedades de la roca como parte de su edificación). El paisaje es verdaderamente bonito, por un lado la vista de pájaro sobre Yebra y sus alrededores y por otro, la magia especial de las ermitas colgadas en la roca y protegidas por una cascada que las oculta. Esa es la parte del camino que más nos impresionó, ya que te retrotrae a épocas pasadas y el trayecto se realiza por una oquedad colgada literalmente en mitad de un cortado. La senda prosigue durante unos cuarenta minutos desde la cascada hasta hacer cumbre. Ahí llegamos a una meseta donde caminamos po
r una pradera verde hasta llegar a nuestro destino, la última ermita, la ermita de Santa Orosia.
Al llegar a nuestro objetivo, bebimos agua clarísima y fresca de la fuente que se encuentra allí mismo. Después almorzamos un poco y preguntamos a unos ciclistas si la pista bajaba a Yebra y cuanto había. Nos contestaron que unos
Bajando por la pista nos encontramos con un mirador desde donde podemos observar las ermitas desde arriba (merece la pena) y un poquito más abajo tras pasar una puerta que hay que dejar cerrada, se contempla todo el valle, dejando la peña Oroel a
igo al frente y los grandes montes del Pirineo Occidental a nuestra derecha. Una vista digna de disfrutar.
La pista es bastante agradecida, ya que es una cuesta abajo muy progresiva que te permite coger un buen ritmo sin que sufran las rodillas ni te canse el descenso. Eso sí, son cinco Kilómetros más que el regreso por la senda…
Nos informamos sobre esta ruta y nos comentó un amigo de la zona qu
e el 25 de junio se realiza la romería y que suben a la santa hasta la ermita haciendo allí una comida popular… Los jóvenes suben ya la noche anterior…
Una buena ruta para hacer en todas las épocas del año.
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