DIFICULTAD: media (debido a subir por donde no era)
TIPO: circular (la que explicaré), sin salida la que hicimos jeje
DESNIVEL: 300 m (2 veces)
EXCURSIONISTAS: David, Vitu y José Carlos
Parecemos nuevos…, es la única manera que se me ocurre para empezar a contar otra de nuestras hazañas.
Nosotros pensábamos hacer la subida a la Nevera (ruta 1), pero en vez de bajar por el mismo sitio como indica el mapa, David conocía una bajada alternativa, por la cabaña del guardia forestal.
Poniéndonos en sus manos, sobre las 9:15, y con el cielo despejado comenzábamos la excursión, a los 5 min, primer cruce, y ahí sin saberlo comenzaron nuestros problemas, un camino recto, marcado con picas amarillas y blancas, ESE HAY QUE SEGUIR, también hay un cartel con un 43, pero ese camino está mal pisado y no es fácil de ver, corresponde a la subida del mirador de la Falaguera ruta 4, sin embargo nosotros cogimos el de la derecha porque David estaba casi seguro que era por ahí, pero no, eso era un CORTAFUEGOS, como descubrimos tras estar subiendo un pechugazo de cuesta de unos 45 min e intentar otros 15 min subir hasta la punta de la montaña, para ver si encontrábamos la senda….. no estaba, no teníamos salida, volvimos sobre nuestros pasos, ya con más de una hora larga de paliza, ya que las piedras estaban muy resbaladizas, por las lluvias de la semana, de hecho, a mí se me fue mi maltrecha rodilla y el Vitu se dio un buen golpe en la mano, intentando evitar un resbalón hacia atrás, aún así, merece la pena perderse, solo por las vistas.
Ya en el buen camino, hay unos 15-20 min, desde el parque, hasta el Sitio de Emparrado, lugar donde deberemos abandonar el camino que lleva al Santo de Aguarón, y coger la senda que nos llevará a La Nevera, repito, esta todo claramente indicado.
La senda recuerda a una senda del pirineo, húmeda, sombría, con mucha vegetación, subida pronunciada,… por lo menos en los primeros 15 min, ya que, para terminar de rematar el día, la lluvia nos acompaño, y tras valorar todo el tiempo perdido en el cortafuegos y que llevábamos el doble de paliza de la esperada, nos dimos la vuelta.
Fue un buen día de caminata, aunque no hiciésemos lo planeado, la zona merece mucho la pena, de hecho tenemos otra espina más clavada (como el Mondinero), y a esta seguramente volveremos pronto, además de hacer todas las demás rutas que marcan en el parque.
Así pues, contento de seguir contando nuestras excursiones, pero con el mal sabor de boca por el error, término este capítulo, y animo a toda esa gente que se está pensando venir, Rubén, Vicente,… veníos joder, si ya veis que pase lo que pase, echamos la mañana y un bocao.
Ah¡ si os gusta el agua de fuentes naturales, en el parquecillo podéis llenos unas garrafas.
Hasta la próxima salida, que espero, sea pronto.
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