Lunes 10 de Agosto de 2009
Dificultad: muy fácil
Desnivel acumulado: 362 m
Distancia: 15,63 km
Tiempo: 3:10 incluyendo 15 min de parada y otros 15 recogiendo moras
Excursionistas: Vicente y José Carlos
Era una tarde calurosa en Valdejalón, y lo que apetecía era tomar una cerveza fría en alguna buena sombra, pero la excusa de domar unas botas nuevas, las del regreso de Vicente, y con ganas de probar mi rodilla, nos dirigimos a hacer un paseo por la orilla del Jalón, que llevábamos en mente desde que en la primavera pasada acondicionarán un paso algo dificultoso que había en esta excursión.
Por tanto a las 5:30 de la tarde y con “Lorenzo” funcionando a pleno rendimiento, dejamos el coche en la plaza de toros de Ricla, veremos un parquecillo con un gran busto de “Goya”, popular mente conocido como el cabezón, del fondo del parque sale un camino agrícola, ese será nuestro punto de partida. Como ya he dicho la ruta está marcada, aunque en algunos tramos no se encuentran fácilmente las señales, siempre nos guiaremos por el río Jalón y la acequia Michén como os explicaré, las marcas que hay son rojas y amarillas y los postes señalizados que seguiremos son los de “Desfiladeros del Jalón”.
Como os decía, al final del parque, en una valla blanca que rodea un estanque de cisnes, veremos el primer poste con la indicación “Desfiladeros del Jalón”, a los pocos metros del comienzo, veremos a la derecha unos bancos, y desgraciadamente el panel descriptivo de la ruta, lo encontraremos roto en el suelo, y eso que no tiene un año, los vándalos, de nuevo como ya hicieron con los carteles del “Camino de las Conchas” en esta misma localidad, ha jodido algo que no molesta a nadie.
Bueno centrémonos, avanzaremos por el camino unos 15 min y este dará un giro a la izquierda, para convertirse en la senda de “el Palo del Moro”, ya transitada por nosotros en la excursión de “la cueva de la sima”, en esa ocasión no estaban puestos los carteles informativos, solo estaban las estructuras, pero ahora ya los han puesto. Hay dos a lo largo de la senda que transcurre a escasos metros de la orilla del Jalón, uno nos muestra la Fauna de estos parajes y el otro nos cuenta la historia del Palo del Moro “un guerrero moro enamorado de una cristiana que no le correspondía, un día ella le puso a prueba, preguntándole, si sería capaz de clavar su espada en el punto más alto de estos desfiladeros, él le fue a demostrar que sí. Al día siguiente la espada lucia en lo más alto, pero encontraron el cadáver del guerrero a los pies de la roca”, en una de las grietas de este punto, vemos todavía un palo incrustado, de ahí el nombre de la senda.
Llegaremos a un cruce de caminos, donde veremos otro poste, seguiremos como ya sabéis la dirección “Desfiladeros de Jalón”, por un camino agrícola, ancho y bien pisado, pasaremos por delante de una vieja paridera y a los pocos metros cruzaremos la acequia michén, continuando siempre por el camino principal, hasta llegar a otro puente, que cruzaremos para continuar por una senda que bordea primero la acequia, viendo en este punto uno de los trozos más escondidos y bellos de la ruta, y luego nos llevará a través de cañas bordeando el río y pasando por el azud de Ricla. En este trozo encontraremos la única dificultad del día, una escarpada pared de unos 30m de larga a nuestra izquierda, la cual ha sido asegurada con piedras grandes, para crear un paso a unos 4m. de altura, simplemente hay que tener cuidado, pero es fácil superarla. De ahí nos veremos otra vez inmersos en cañas y atravesando un par de choperas, llegaremos al azud de Arapiel, volveremos a cruzar la acequia y por un camino llegaremos hasta la Luz, una vieja edificación de eléctricas, prácticamente en desuso, aquí termina nuestra excursión, aunque después nos informamos que se puede continuar 800m más hasta el azud de Chodes y volver por las obras del AVE a Ricla, pero por hoy ya valía, hacía mucho calor, tomamos algo de fruta y decidimos volver por donde habíamos venido.
Se pasa un par de veces por debajo de la vía de tren, aunque esta no afecta para nada el camino, destacar también que es recomendable llevar pantalones largos, ya que hay bastantes zarzas y hierbas bajas, si no que se lo pregunten a Vicente jeje.
Nos sentimos satisfechos al volver, ya que el paseo merece la pena, por el efecto de esos desfiladeros sobre el Jalón, por la tranquilidad de andar junto al río y además, de las dos bolsas de moras que nos llevamos a casa, ya que los zarzales estaban repletas de ellas.
2 comentarios:
A ver Vicente si para la proxima estoy yo.
como primera toma de contacto, no estuvo nada mal. a ver que dia se puede quedar para hacer otra. un saludo.
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