SANTUARIO DE RODANAS (Épila)


Vertice geodésico Monegre
12 de Octubre  de 2011.
Distancia: 12.7 km.
Altura máx.: 911 m.
Altura min.: 557 m.
Desnivel Acumulado de subida: 345 m.
Dificultad: fácil
Tipo: circular.
Excursionistas: José Carlos y Red.

Es raro que el día del Pilar no tenga que hacer nada por la mañana, ni si quiera dormir la resaca, pero este año por diversas circunstancias ha sido así, evidentemente el resto de andarines del grupo, si que tenían quehaceres. Así pues me voy a despejarme por una zona que hace días llevábamos la intención de ir, al Santuario de Rodanas, término municipal de Épila, pero al que es más fácil llegar o la entrada está en la carretera entre Ricla y Fuendejalón, a unos 14 km de Ricla, está marcado el cruce en la A-121, de ahí solo quedan 6 km, por un buen camino hasta el lugar.

Red con el cabezo de Monegre al fondo
 El santuario son los restos de lo que era un poblado del siglo XVIII, queda en pie una gran plaza rectangular con alguna casa y la iglesia, ahora es para uso recreativo y para laguna romería, ya que esta acondicionado para hacer fuego y tiene mesas tato fuera como dentro para pasar un buen día, a parte áreas de juegos para niños y un buen bar para almorzar. En los alrededores se ha formado una comunidad de casa/chalets dónde la gente sube los fines de semana e incluso viven todo el año.

Hace unos  cuantos años se quemo el pinar, pero la DGA hizo un plan de reforestación, este es uno de mis primeros motivos para ir, y el segundo es que como en muchas zonas existe un vértice geodésico y me gusta coleccionarlos, este se llama Cabezo de Monegre.

Así pues sin madrugar mucho, que es festivo, comienzo a andar desde el panel informativo que nos encontramos a la entrada, subo por la calle principal de las casas, a los pocos cientos de metros ya diviso mi objetivo. Los caminos que rodean el santuario, parecen autopistas lindados por enormes extensiones de cultivo de cereal lo cual me desanima, ya que esperaba más pinar y camino más estrecho. Hay muchos caminos que rodean el cabezo, todos agrícolas y bien pisados, yo elijo pasar de largo el cabezo (sin coger ningún cruce) y subirlo por su parte más distante al santuario. Una referencia es un cartel de la DGA del plan de reforestación, después de pasarlo giro a la izquierda para comenzar a subir.

vista del pinar desde el cabezo.
En este punto me encuentro con unos cazadores, no me sorprende había escuchado algún tiro hasta llegar ahí, me indican el camino y me dicen que hasta el vértice hay que tirar monte a través, también me advierten que quedan otros dos cazadores entre los pinos, pero al poco me los encuentro les digo por dónde voy a caminar y no tengo ningún problema, no como otras veces.

Esta zona es la más entretenida, es de subida, por camino, pero entre pinos, una vez que le camino veo que desciende, lo abandono y tiro recto hasta la columna que es visible desde todos los ángulos, aunque sea monte a través es muy sencillo llegar, lo único que me dificulta es Red, lo llevo atado para que no lo confundan con ningún animal susceptible de que le peguen un tiro, y me lleva a mata caballo cuesta arriba.

Almorzamos arriba, son las 11 y el calor, para ser mediados de Octubre es sofocante. Para bajar lo mismo, hay caminos que rodean todo el cabezo, yo tiro dirección SE, hasta alcanzar el que vuelve paralelo al que he venido, cuando llego de nuevo a la zona de cultivo, veo que el camino por dónde voy da mucha vuelta para llegar al Santuario, así que me cruzo un campo de cereal de unos 300m de ancho para volver al camino del  principio de mi ruta cerca de las casas.

Zona de merendero
Bueno, el Santuario es bonito y merece la pena conocer lo que queda de él y disfrutar de la zona de ocio, en cuanto a andar por aquí, yo recomendaría ir en bici de montaña, ya que los caminos están muy bien cuidados y puedes visitar Peña Blanca y un Arco de piedras que están un poco más alejados y andando la verdad se hace pesado.




Plaza del Santuario

Hasta la próxima,…

Aquí el track.

1 comentario:

Sara dijo...

Es una buena alternativa a la ofrenda! Y Red parece estar encantado con su paseo mañanero. Si va a la próxima excursión... me apunto!