La ruta de las fuentes (Moncayo)



22 de Octubre  de 2011.
Distancia: 12.62 km.
Altura máx.: 1794 m.
Altura min.: 1335 m.
Desnivel Acumulado de subida: 500 m.
Dificultad: fácil
Tipo: circular.
Excursionistas: Diego y José Carlos.



Mi retraso en la llegada al mesón del aceite, lugar en el que habíamos quedado esta mañana de sábado, no sentó muy bien a mi compañero y amigo de andanzas senderiles y de la vida en general.


Asumida la amistosa regañina, partimos hacia la fuente de los Frailes. Desde este lugar parten anteriores excursiones. La fuente de los frailes es la fuente que queda justo al final del asfalto cuando subimos al santuario del Moncayo en coche desde Agramonte. 
Diego por la GR con la cresta del Moncayo al fondo.


Empezamos a andar sobre las 08:30. Subimos por la pista de tierra durante unos cuantos metros hasta que encontramos el sendero a nuestra izquierda que visible y pisado nos indica que debemos de tomar esa dirección si lo que queremos es subir andando al Santuario. Es un sendero que transita por en medio del bosque de pino y haya. En esta época del año, los colores que nos ofrece el paisaje son dignos de rememorar una y otra vez hasta que los acres, rojos, amarillos y marrones del otoño se hagan inolvidables. 


Subimos prácticamente la mayor parte del desnivel en este primer tramo de la excursión, y mi ritmo lento pero seguro llegamos sin problemas al Santuario donde echamos un trago de agua, mas para hidratar la sequedad de la boca por el sobre aliento de la subida que por pura sed.


La mañana es fresca pero primaveral, aunque los colores que nos rodeen nos digan lo contrario. Desde el Santuario, tomamos la subida al cucharón pero sin subir, simplemente haciendo media ladera hasta que encontramos un cartelito que nos indica que podemos continuar por este sendero (GR) dirección collado de bellido. Así lo hacemos.

Básicamente, así manan las fuentes.

El sendero sube de forma casi imperceptible, José Carlos se impacienta por mi ritmo, pero como buen amigo que es sabe esperar y aprovecha para hacer fotos. Se da cuenta de que si quiere realizar todas las tareas que se ha propuesto hacer ese sábado, no podemos hacer la ruta entera de 18 km al ritmo que yo le voy marcando y eso aun le pone más nervioso, pero cuenta con un as en la maga. El Alcorce.


Antes de llegar al collado de Bellido a unos 500m de distancia del mismo, decidimos alcorzar bajando en recto por unas pedreras que tenemos a nuestra izquierda y buscando la Pista forestal que nos devuelve a la fuente de los Frailes. Esta acción hubiese sido imposible (para nuestra prudencia) si no hubiéramos tenido el Garmin GPS que nos indicaba en cada momento nuestra posición.

Colores otoñales.

Tras cierto sufrimiento de pedrera y campo a trabes llegamos a la pista y decidimos almorzar al lado de una fuente en la que apenas caía un hilillo de agua. Estamos a finales de octubre y el monte está seco, el tiempo primaveral, las setas ausentes y las fuentes vacías… esto no es nada bueno.


Almorzamos con tranquilidad y José Carlos ya seguro de llegar a tiempo a sus citas del día tras el alcorce se le nota mas tranquilo y por ende más alegre y dicharachero. La pista es ancha y el ritmo ligero, la conversación versa sobre diversos temas y  a mitad de camino vemos de refilón un Jabalí. Lo cierto es que hoy hemos visto más jabalíes y animales que en cualquier otro día. En el viaje en coche antes de llegar al merendero una familia de jabalíes de 5 miembros, después un cervatillo y ahora otro jabalí… hoy es el día de los animales. 

Las hayas estan preciosas.

Empezamos a adentrarnos en una zona de hayas donde todo se tiñe de otoño. Parece un bosque de oro. Barruntamos con precisión la cercanía del final de nuestro camino cuando empezamos a ver gente paseando con perros, grupos de paso tranquilo y conversación animada, señoras recogiendo escaramujo (suponemos que para hacer licor)… etc. Efectivamente al poco tiempo vemos la cadena que cierra la pista en el aparcamiento de la fuente del Fraile.

Aquí el track y el resto de las fotos.

2 comentarios:

jb dijo...

me gusta ir al monte tranquilo y sin hora, pero hay días que todo se tuerce, y el sábado fué uno de esos que "mejor sí no me hubiese levantado". siento mi impaciencia e intranquilidad.

DIEGO dijo...

Si es que cuando se tuerce un día...